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Cecilia Mexicana: 10 datos curiosos que no conocías de este anfibio

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La cecilia mexicana es un anfibio gimnofión sin extremidades descubierto en 1841, cuyo tropiezo a pesar de ser bastante antiguo, aún sigue siendo un misterio con relación al comportamiento subterráneo de esta especie, el cual es equiparable en ocasiones con el de una serpiente.

Este animal, capaz de alcanzar tamaños de casi 1 metro de longitud, es endémico de Centro América y algunos países de la región centro-caribeña como Belice, sin embargo, han sido muy pocos los avistamientos de dicho animal en este territorio.

Ahora bien, si estás planeando conocer o adquirir a este animal para tu hogar, Anfibios exóticos pone a tu disposición contenido de calidad para que puedas entender mejor, las características y hábitos de esta animal a pesar de la limitada información sobre el mismo actualmente.

Continúa leyendo nuestra sección sobre cecilias mexicanas, y descubre 10 datos curiosos sobre esta  original criatura que hoy traemos para ti.

¡Empecemos!

 

Son animales con poco sentido de la vista

Como la mayoría de los gimnofiones, esta cecilia endémica principalmente de México posee una visión bastante torpe o limitada, por lo que necesita de su olfato y tacto para ubicarse espacialmente en el entorno que habita.

En este sentido, la criatura es capaz de percibir las vibraciones de la tierra a través de su cuerpo, lo que funciona como un radar para localizar a sus presas mientras caza o bien, encontrar algún refugio contra los depredadores o agentes climáticos que puedan llegar a afectarlo.

 

Son anfibios de hábitos diurnos como nocturnos

El Dermophis Mexicanus o cecilia mexicana es uno de los pocos anfibios capaces de adaptar sus hábitos alimenticios y de descanso a cualquier horario del día, de acuerdo a la temperatura y humedad del entorno así como a la estación del año correspondiente.

En este sentido, preferirá zonas terrestres o subterráneas con una humedad del 60 al 80%, donde un sustrato de hojarasca o de troncos degradados sea suficiente para mantener la temperatura corporal y promedio de esta criatura.

 

La mayoría se alimenta de insectos

Si bien la tepelcua o cecilia mexicana como también se le conoce en México tiene una dieta basada en distintos animales, sobre todo invertebrados, son los bichos quienes toman más importancia en la alimentación de esta criatura.

Las chicharras, termitas, cucarachas y grillos; así como larvas de escarabajos, lombrices y otros invertebrados subterráneos, son parte de los platillos que degusta este anfibio tanto en estado salvaje como en cautiverio en caso de ser una mascota.

No obstante, también es capaz de alimentarse de lagartijas, serpientes pequeñas así como de otros anfibios y sus respectivos embriones como las ranas.

 

Son cazadores oportunistas

Si bien, los gimnofiones son animales tranquilos o de comportamientos dóciles, la mayoría de estos capturan su alimento de acuerdo a las proporciones de su tamaño, lo que quiere decir que no comerán presas más grandes que ellos.

 

Es una especie en peligro de extinción

La legislación ambiental de México, la UICN, así como otros países de Centroamérica, consideran a este animal una especie vulnerable, puesto que ha sufrido una disminución del 30% de la población en la última década.

Entre las causas más destacadas de este descenso poblacional, se mencionan la destrucción o transformación del hábitat natural, agentes del cambio climático, así como la caza o muerte accidental al ser confundidas erróneamente como serpientes terrestres por el ser humano.

 

La eclosión de los huevos tarda alrededor de 11 meses

La mayoría de los anfibios, tiene una incubación muy corta, la cual no supera las 5 o 6 semanas. Sin embargo, las cecilias son una excepción de esta especie, ya que pueden tardar casi un año para nacer.

En este sentido, la fase larvaria o como renacuajo, ocurre dentro de la madre y no fuera de ella como en las salamandras, quienes recogen los espermatóforos en la superficie del entorno.

Tomando lo anterior, para el momento del nacimiento la cecilia o tepelcua mexicana se encuentra completamente desarrollada y con los rasgos característicos de un adulto de esta especie; Por lo que puede decirse que es un animal vivíparo.

Al mismo tiempo, son capaces de concebir un mínimo 3 crías a un máximo 16 durante su ciclo reproductivo (meses de mayo y junio), cada una con una longitud promedio de 10 a 15 cm de largo.​

 

Usan secreciones orales cerca de sus dientes para defenderse

Dado que el tepelcua o gimnofión no tiene extremidades, su mandíbula es la única herramienta que tiene para cazar y defenderse de otros depredadores, al igual que ciertas secreciones poco corrientes.

Sobre este aspecto, y de acuerdo a investigaciones científicas realizadas por el Instituto de Butantan en Sao Paulo- Brasil, se cree que estos animales activan  estas glándulas orales en el momento en que muerden a su víctima, secretando bio-moléculas que se incorporan a su saliva y hacen de esta, una sustancia muy peligrosa una vez entra en contacto con la presa.

Así mismo y a diferencia de las serpientes, las cuales tienen pocas glándulas parótidas con un banco potente de veneno; la cecilia mexicana y en general otras tepelcuas, tienen glándulas bucales diminutas con dosis muy bajas de veneno, las cuales más que matar, paralizan al enemigo para poder engullirlo.

 

Representa la forma más primitiva de evolución de toxinas

De acuerdo a Carlos Jared, biólogo y director del dpto. De biología estructural en la Universidad de Butantan en Brasil, el desarrollo bucal en las cecilias ha originado que la misma sea capaz de producir toxinas de la misma manera que otros reptiles como las serpientes por ejemplo.

En cuanto a esto, debido a que la tepelcua tiene alrededor de 250 millones de años en el planeta y la serpiente tan solo 100, se sugiere que podría haber una conexión intrínseca en cuanto a una morfología sin extremidades y una picadura venenosa.

Para el autor, la cabeza es la única parte del cuerpo de una cecilia y una serpiente que les permite percibir el medio ambiente; así como cazar a sus presas y ponerse a salvo, haciendo que la  ausencia de estos apéndices aliente la producción de toxinas en animales como estos.

No obstante, la cecilia mexicana y su especie general, sigue siendo una caja negra llena de misterios debido a su poco interés científico.

Puede encontrarse en climas tropicales y subtropicales

Debido a que es originaria de México y algunos países de centro América y el Caribe como Guatemala, Honduras, Salvador o Nicaragua, la tepelcua mexicana habita entornos salvajes como bosques montanos, plantaciones rurales o jardines campestres con temperaturas que oscilen los 15 y 25° centígrados, tomando en cuenta la humedad y el sustrato del suelo para mantenerse confortable.

En este sentido, recordemos que al ser un animal subterráneo, el mismo preferirá salir a la superficie cuando el clima sea más fresco (durante la noche) o bien, luego de una lluvia que enfríe el suelo y le permita regular su temperatura corporal.

 

Es de los pocos anfibios con 200 vértebras

Muchos científicos se asombran con esta especie debido a que es uno de los pocos del reino animal en parecer un reptil y además, tener características plesiomórficas (primitivas), lo cual le permite desplazarse con cierta facilidad en algunos entornos terrestres e incluso, mejor que algunas serpientes.

Gracias a esto, los órganos internos de la tepelcua mexicana son alargados, haciendo que algunos de estos como los pulmones estén ausentes en el mismo, lo que puede causarle ciertas dificultades respiratorias en ocasiones.

 

Por otro lado, y gracias a esto, las cecilias han desarrollado apéndices o tentáculos protráctiles entre la nariz y los ojos que ayudan a detectar e identificar ciertos olores y vibraciones en el suelo, lo cual es un rasgo único en este animal vertebrado.

Como puedes leer y a manera de síntesis, conocer a estos animales, sobre todo a esta especie endémica de Centro América y México, requiere no solo de una investigación superficial para entender sus hábitos y comportamientos, sino también de visitar su región  para entrar en contexto sobre los problemas ambientales que actualmente enfrenta esta especie de anfibio.

 

Si bien, este apartado busca darte una orientación general sobre esta subespecie mexicana, recuerda que puedes visitar nuestra sección dedicada únicamente a cecilias o gimnofiones para una más información más detallada. De esta manera podrás comprender mejor ciertos rasgos y características de este animal que no se han  incluido en este segmento para no repetirse o bien, crear confusión en el lector.

 

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